Me cansé de hablar y te intenté besar. Te miré a os ojos y tu corazón me amaba pero tu razón no me correspondía. Y así surgió corazón, lucha sin calma contra el dragón que Niestzche inventó algún día y ganó este. Que sufrir para tu conciencia, amigo. Pues lo trenes hay veces que solo pasan una vez o incluso dos y tres veces pero si los dejas pasar no darán marcha atrás por ti.
Hoy ha pasado tu tren. Quizás jamás vuelva a pasar. Solo se que intenté besarte, me convertí en león e intenté acabar con tu razón pero no. Hoy no.
Y se fue. Paro, te saludo y no le diste al boton y se fue. Ahora solo te toca llorar. Llorar por lo que pudo ser y no fue. Adiós, adiós y gracias por la inspiración de dolor que me has otorgado.
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