sábado, 26 de diciembre de 2009

22. Vive

Piérdete para encontrarme de nuevo. Extravía tu tren y pasa por debajo de sus raíles. Chilla como loco y contradice todas las verdades universales. Sal sin paraguas y sin gafas de sol. Empápate de lluvia, de nieve, de sol pues son de tu naturaleza. Escala montañas y arboles. Sube escaleras y baja colinas. Tírate a la piscina de cabeza y de plancha. Emborráchate y pierde el control absoluto. Déjate llevar. Comprende el idioma de los delfines y de tu perro. Sal algún día de compras y gasta todo el dinero de tu cartilla en un capricho. Asalta los bancos y si tienes ocasión roba alguno. Corrige a los demás y a ti mismo pero sin tomarlo demasiado en serio. Habla sin miramientos y sin precaver las consecuencias. Déjate llevar por la pasión. Se tu mismo. Alármate al ver la luz del día pero aprender a convivir con ella. Come chocolate, helados, dulces y todo aquello que nunca has comido por miedo a las apariencias del kilo de más. Baila en la ducha y canta en la calle. Enloquece de soledad y olvida el olvido. Aprende a olvidar los recuerdos y a vivir del presente. Salta, ríe, corre, vuela. No te pongas trabas. Llora de felicidad y ríe de alegría. No les des paso a las lágrimas y si les das paso, combínalas con un “todo irá mejor”. Sé optimista y actúa según el momento. Utiliza tu impulsividad, tu inteligencia. Aprende de todo pero no te especialices pues nunca llegarás a conocerlo todo. Busca ser mejor pero no el mejor. No esperes nada y recibirás más de lo que creías. Abre las puertas y las ventanas de par en par en pleno invierno y olvídate del frio. El verano está más cerca. Sigue tu camino. No dejes que nadie elija por ti. Se egoísta alguna que otra vez pero sin pasarte. Aprende a compartir tu conocimiento pero no te cierres al conocer. Conoce, vive, aprende, sueña… pero sobretodo ama. Ama con todas tus fuerzas. Ama como nunca has amado. Sin miedo. No tengas en cuenta el tiempo ni el espacio. No tengas presente las circunstancias ni los impedimentos. Ama. Aprende a amar. Sin prisas… Sin pausa… Simplemente hazlo. No tengas miedo. Átate pero no te entregues del todo. Y nunca, reitero NUNCA dejes marchar a tu felicidad. Si lo haces podrías perderla para siempre. Sé cauto e íntegro contigo mismo. Sigue el camino que indiquen tus sueños y llévame de la mano en el transcurso. Qué fácil es escribirlo: demasiado fácil.

21. Otra vez yo

La palabra imposible no entra en mi diccionario. Cuando algo es tardío, es tardío. Llegará tarde y punto. El secreto está en llegar. Llegar tarde o pronto. Odio la impuntualidad así que como llegues un minuto tarde te lo recordaré de por vida. Mi terminología de palabras formales tiene una calidad óptima pero mi capacidad de entendimiento te dejará por los suelos. No es una manía típica de mi morderme las uñas pero en casos de nerviosismo extremo no te prometo nada. Comprendo todo tipo de religiones, costumbres y deportes pero no soy íntegra practicante de ellos. Me sé las tablas de multiplicar perfectamente y te puedo restar de mi lista de caprichos cuando suene el timbre de casa. Me encantan los detalles pequeños, las rosas, un beso aunque a veces también llego a ser ambiciosa. Uno de los grandes problemas socioeconómicos del mundo pero así va España… Dejando de lado la sociedad, soy soñadora nata. Me encanta soñar. Es una de mis grandes pasiones. Soñar despierta, en clase, en el colegio, en el autobús, en la cocina, en el baño. Me encanta. Tengo sueños de todo y sobre todo. Aún así, increíble pero cierto, soy bastante realista en temas “serios” y tengo bastante capacidad de aceptación. Eso no conlleva al extremo de denominarme sumisa. A mí no me amueblan. Me gusta la libertad hasta un cierto punto. Si algo es mío que no me lo toquen o pidan permiso al propietario. Hablando de manera justa y necesaria de mi celosía, si es razonada, cambiaré sobre la marcha para hablar de mi rencor. Quizás suene poco cuerdo pero es respetable. Tarde o temprano acabo poniendo las cosas en su lugar. No soy insistente ni me considero pesada. Tampoco creo ser del todo cariñosa pero sé expresarte lo que siento cuando de verdad lo hago. Odio un “te quiero” falso y todo lo referente. Me encantan las conversaciones interesantes y mi parte favorita de una narración es el nudo. Siempre estoy metida en él. Odio las miradas desafiantes y los comentarios falsos. La falsedad, la penuria, la envidia… No soy una imagen. Soy… Es más fácil seguir con lo que no soy y lo que no tengo. No tengo el control de todo pero sobre mi intento tenerlo y más desde que aprendí a conocerme. Tengo un sentido del humor sarcástico y siempre he creído en la ironía como la mejor arma. Me gustan las contestaciones rápidas y las doy cuando me parece interesante sobre lo que me estás hablando. Si no, puedes esperar horas e incluso días que no contestaré. Odio la lluvia pero a me encantaría despertarme un día bajo ella. Me gusta mirar pa’lante pero tengo un gran afán de recordar recuerdos. No olvido jamás un detalle y si lo hago lo siento háblame otra noche debía estar borracha. No soy alcohólica ni nada por el estilo pero no me resisto a un par de copitas para una fiesta no tan controlada. Hablo del control. Hablo de dejarme llevar. A todos nos encantan pero ¿quién se atreve? No me gusta que el mundo me conozca totalmente y siempre hay algo nuevo que descubrir en mí. Puede parecer locura y quizás lo sea pero mi musa se fue y solo me quedo yo así que acabo así porque así fue como acabo mi historia.

20. Mi inspiración...

Tal vez aquello que la dama deseaba se escondía detrás de la piel de un escritor. Un pensador y soñador nato en toda su integridad. Sin más joyas ni lujurias prometidas y supuestas de un amor insincero que puede dar lo que tiene y no de lo que escasea.

-Yo te doy mi conocimiento y tú, querido bohemio, simple y misterioso dame el sentir, ese, que tanto te falta…

-El amor viene a mí y así lo ha querido el destino. No puedo darte de esa joya, como puede ser el tiempo y la libertad. Suele ser de mi abastecimiento y abundante. Quizás no pueda entregarte, como él, mi vida, ni correré descalzo sobre asfalto mojado ni tampoco te compraré con rosas ni con regalos pagados con monedas sucias. El amor no se compra, el amor no se vende. Tampoco hablaré en nombre de un supuesto amor insincero ni corregiré mis palabras al hablar. Nunca pensaré dos veces si te digo adiós si no me lo pides sin palabras… Y como bien sabes tengo mi ideología, el amor ante todo, mi musa es el amor, y la libertad mi inspiración. Ideología sin cambios desde que empecé a comprenderme. Aún así, querida dama, te regalo mis misterios y mis complejos aun creyendo ser pocos pero nunca es perfecto lo que nunca existe. Mis pérdidas y mis sueños nativos en mi naturaleza serán tuyos. Mis correcciones y mis fallos aún no siendo tantos como en un principio. Dejaré la puerta entreabierta de mis conocimientos para enseñarte y conocer (te) y conocerme así como siempre he buscado. No sé mucho pero lo que sé nunca lo olvido. Y pocas cosas sé, pocas cosas he aprendido pero lo que sé y te diré, aunque no me gusta dar consejos es que “el amor viene y se va: quizás sea tu alma gemela pero vas a dejarla escapar” y cuando mires atrás tu frustración se quedará anonadada recodando esta tarde de invierno frio y cálido en el que tu tiemblas, yo tiemblo y el calor nos hiela. Y ¿sabes? Te daré un consejo más aunque no me guste hacerlo: olvídame. Soy bohemio con metas y sin pausas. Solo busco una musa que me haga sentir, solo eso. Lo especial de ti es que me inspiras sin trucos y mostrándote sin máscara pero cerrándote al sentir, al vivir, al creer. ¿He dicho olvidarme? Suelo contradecirme. Ven conmigo. Vivamos de la ilusión. Vivamos del viento, del aire, de la realidad. Creemos una nueva idea de conocer, de sentir, de amar… Rompamos los esquemas de la humanidad. Luchemos contra la monotonía, la pesadez de las horas, las contradicciones, las dudas. Creemos una nueva filosofía. Déjalo todo y vente conmigo, seremos uno. Eternos e inmutables. No te prometo el mundo. Devuelve la vida a mis versos en un beso pues no es fácil vivir de la escritura sin pensamiento incandescente tan propio de mí...

-No es tan fácil…

-Todo es fácil si quieres que así sea. Siempre lo he creído así…

19. Hablar por hablar, sin sentido alguno

Hablo de una historia real. Una historia en la que la noche hacia el día y las horas, segundos. Hablo de un desarrollo teorético y fácil. Hablo de un lugar, de un hecho. Hablo de un complicado triangulo o un semicírculo en el que las cosas empiezan, acaban, empiezan y acaban y vuelven a empezar. Hablo de su fin último: de su único fin. Su finalidad absoluta. Hablo de desconocer, de reaparecer. Hablo de olvidar el olvido que un día fue tu único amigo. Hablo de las pasiones que nunca son fatales aun sí confusas. Hablo de una sonrisa picara y traviesa, de un papel extraño. Hablo de guiones programados por el destino, de un coste elevado por crear una apariencia mínima. Hablo de las personas: desgraciadas, simples, correctas, duras. Hablo de todo aquel que piensa tener poca capacidad para afrontar la vida y busca su razón en un increíble y perfecto Dios o de aquel que solo cree en su existencia. Hablo de un futuro desconocido pero programado. Hablo de una razón, del silencio. Hablo de mis curiosidades, de mis dudas. Hablo de pensar en lo que no fue y en lo que se gana con ello. Hablo de la confianza que se gana al caer y levantarse para no volver a hacerlo. Hablo del día a día, y a la suerte y el azar que los eliminen del diccionario. Pues la suerte la tenemos todos y algunos no buscamos ser alguien más sino un papel diferente en este mundo de copias…

jueves, 17 de diciembre de 2009

18. Romeo y Julieta

-Feliz mañana.
-¿Tan joven está el día?
-Acaban de dar las nueve.
-Ay de mí. Las horas tristes parecen largas.
-¿Qué alarga las horas de Romeo?
-El no tener lo que al tenerlo las acorta.
-¿Enamorado?
-Sí
-¿Sin amor?
-Sin su amor estando enamorado.
-¿Por qué el amor tan amable a la vista ha de ser tan tiránico puesto a prueba?
-¿Por qué el amor con su vista vendada puede ver sin ojos el camino a su antojo?

Me apasiona Romeo y Julieta, lo confieso. No es mio el texto.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

17. Mar...


Mar… con olor a cielo, con olor a aire, con olor a hielo. Mar… salado como el trago más dulce junto al vino amargo. Mar… dulce amanecer rosado de nubes blancas, de arena dorada y cielos azules. Mar… reflejado en el viento. Dulce oleaje, manso respiro. Mar… como una ola. Se hace grande para romper en la orilla. Mar… como la vida. Mar… como el amor. Mar… como un velero sin rumbo. Mar… rompe mis olas en tus orillas. Hazme desaparecer antes de llegar la noche. Mar… dulce atardecer solitario que me hace prisionera de las anclas que lanzamos como una promesa rota por un sueño de pasión. Mar… sigue tu rumbo. Mar […]

martes, 15 de diciembre de 2009

16. Alguien


Alguien que me enseñe a montar a bicicleta y a caballo. Que me enseñe a hacer el amor incluso a los minutos. Alguien que sepa amarme pero sin acostumbrarme a ello demasiado. Alguien que no falle mil veces pero si lo hace se atreva decir “lo siento”. Alguien que no me grite “te quiero” a los cuatro vientos pero en la intimidad me haga enloquecer. Alguien que sepa terminar mis frases y lea mis pensamientos sin pretender cambiarlos. Alguien que me quiera tal como soy, con mis defectos, con mis virtudes, con mis fallos, con mis dudas… Alguien que sepa amarse a él mismo pero no en exceso y que me ame a mí de la misma manera. Alguien que piense en el amor y el sexo pero no en el sexo sin amor. Alguien que se despierte y me diga “buenos días, tengo planes para ti” pero no me estropee lo míos. Alguien que respete mis gustos y no compare sus metas con las mías. Alguien que saboree mis besos día a día y no entienda dos como iguales. Alguien que me quiera pero no me jure amor eterno en manos de otra. Alguien que abrace mi ilusión y me ayude a tropezar con los cumplidos. Alguien que me coja de la mano al caminar pero que sepa respetar mi espacio. Que hable de mi a sus amigos pero usando esa palabra: especial… Que sepa administrar los recuerdos para los días lluviosos y los tesoros de mis cumplidos los conserven para complementarse al romperse después de la caída. Alguien que me coja de la cintura por detrás, me bese en la mejilla y de verdad sintiéndolo susurre: te quiero.

jueves, 10 de diciembre de 2009

15. Frustración complementada

Que leve es la ilusión. Un día te despiertas y crees tenerlo todo y así como aparece se desvanece y solo queda el aliento insípido de una leve ilusión. Miras a tu alrededor y ves como el mundo gira y tu estancad@. ¡MANDA HUEVOS EL ASUNTO! Pero podrás superarlo. La confianza escasea y las circunstancias y el momento no da para más. El tiempo se hace corto y se te escapa de las manos pero poco más se puede hacer con él. El tiempo se inventó para romperlo y las palabras para no callarlas. El amor, y si me permites desvariar, nunca es fácil. Desconfías, y sabes que en el fondo es lo correcto. Desvarías, ¡oh dios, no! siempre es lo mismo. Derrochas sentimiento y todos sus afluentes. Cosechas ilusiones y crees que tu vida está en el valle de esa montaña resbaladiza difícil de escalar pero siempre has sabido que puedes y podrás una vez más. Confías… ¿pero en qué? O mejor planteado… ¿en quién?
Volvamos a la cuestión: aquí la cuestión no es ganar o perder, no es confiar o desconfiar, correr o parar. Aquí lo único que importa es amar o no amar. Yo sé amar. Me inventado mil maneras diferentes de amar (te). La pasión, el dolor, nerviosismo, emoción, rabia, celos, alegría, ligereza, sensación de ingravidez, espontaneidad e incluso he optado por la locura en ocasiones. Se amar compulsivamente hasta el punto de desgastarme la ilusión. He llegado a corregir mis modos mil veces para estropearlo al darme la espalda.
Pasamos los días pensando “míralos, ¡qué bien están! Como me encantaría estar así”. Pero ¿tú que sabrás? Quien dijo ayer “te amo” mañana te dice “prefiero que seamos amigos” equivalente a me voy con otr@ y ahí sean tú y tu suerte pero sin ser tan excesivamente claros. Que eso es otra: ¡AQUÍ LAS COSAS CLARAS! Porque las medias tintas solo las aceptan los perdedores (acabados) porque algo gris, algo intermedio no es real. Es un medio de ilusión fácil. Vamos, una mentira... Como todo. Vivimos entre mentiras. Aprendemos a hablar y nuestra primera palabra es mentira. Actuamos y mentimos. Caminamos y mentimos. Hablamos y mentimos. Vivimos para mentir. Para mentir sobre nosotros mismos, sobre nuestras vidas, sobre lo que no somos y nos gustaría ser, sobre todo lo que deseamos, lo que queremos, anhelamos, sobre nuestra vida interior, nuestros pensamientos, nuestras dudas... Incluso al soñar mentimos. Engañamos a nuestro organismo para inyectarle felicidad a base de “sueños” nunca mejor dicho. Algunos los llaman ilusiones, metas… pero en realidad son solo espejismos. Nada más que eso… Como agua en el desierto.
El secreto está en amar. Amar con todas tus fuerzas. Pero no amar al amor, sino amar a alguien. Yo amo amar, al propio acto, en sí mismo. Sin más ilaciones, sin más trucos. Y eso duele más porque el amor nunca te corresponderá como tú quieres sino como él quiera que tú le ames… Es un desliz de pensamientos, un desliz de emociones, un desliz de soledad. Intento animar el ambiente de mí alrededor sacando mi mejor sonrisa. Corrijo mi manera de actuar y mis pensamientos. Impulsividad al acecho pero consigo corregirlo. Nada más real que esto. Estar bien en apariencia pero a la vez estar vacio por dentro. A todos nos ha pasado alguna vez. No hay trucos. Esto es la vida real. Es aprender a aparentar pero ya me cansé de hacerlo. Me he cansado de dar apariencia de una felicidad incandescente. Me he cansado de corregir mis impulsos por tal de no dar mala imagen (corrijo: para dar una buena imagen). Me cansé también de ignorar el reloj y creer que todo estaba en hora y de inventarme y censurar palabras para no darle mala fama a mi nombre. A partir de hoy seré solo YO misma. Pronombre personal que denota un egoísmo aparente. Pero no me importa. No me importa nada. Solo llenar este vacío que siempre ha vivido en mí como un okupa. Sal soledad, tu tiempo ya pasó. Vuelve alegría. Adiós monotonía, adiós pensar, adiós correcciones, adiós cuidar las formas. Buenos días alegría, ¿Por cuánto te vendes?

viernes, 4 de diciembre de 2009

14. Sin título

Dado MI punto optimista de la revancha y de esta sofocada vida siempre he seguido mi camino, si las circunstancias no acompañan me obligo a pensar que es dado a un problema de ideologías, o quizás de sentimientos o que las circunstancias y el destino no estaban del todo bien complementados.
No tiendo a echarme culpas de lo que no sale del todo bien pero odio “pasarle el muerto a otro”. Ya me entendéis… Siempre he pensado que ese gesto es de cobardía y de poca capacidad de superación, por lo tanto inteligencia nefasta. Aún así te diré que si el muerto me lo pasan a mi suelo devolverlo.
Para no irme por las ramas sé que millones de veces ocurren en cuanto al amor… Ay, el amor… Unos días sentí frio sin su luz, otro calor por demasiada pasión ajena al vulgar individuo al que quiero referirme. La pasión hizo derrapar incluso a las paredes, y el ambiente acompañó en diversas ocasiones. Dulce pasión, amargo retorno. Volví a caer una y mil veces. Revolviste mi vida y enloqueciste mis sentidos. Si ayer te fuiste para no volver, no es un buen retorno volver para marcharte de nuevo… Y es que el amor siempre vuelve, pero nunca eterno. Y es que el amor no es una idea eterna, inmutable, perfecta, verdadera, universal… por lo tanto NO ES.