miércoles, 13 de febrero de 2013

Iluminas


No te sientas preocupado por ello pero sufro de una pequeña obsesión. Pensándolo bien, es una obsesión de bastante calibre. Y... es por ti. Aunque te preguntarás si deberías preocuparte, claro, tan predecible en tus contestaciones.

Te respondería que solo deberías preocuparte si te ves incapacitado a besarme al menos cien veces al día, a abrazarme en la mitad de mis buenos momentos y en el doble de los malos. Si eres capaz de hablarme y mirarme a los ojos sin tartamudear y mantener esa mirada que a mi me hace perder la noción del tiempo. Iluminas.

También te diría que eres de esa clase de personas que resplandecen pero que no se dejan ver. Que escondes algo que me encantaría encontrar y recorrer el laberinto de tu espalda y todo en un despertar que amaría para siempre. El resto de mis días.

Te miraría y me situaría a unos pocos centímetros de ti y te admiraría. Entonces nos besaríamos y todo sería como el destino dictó.

Y entonces despertaría, ya que jamás sería capaz, jamás seríamos capaces, jamás nos arriesgaríamos porque somos solo un par de cobardes que un día jugaron, tal vez, a ser nada.


**

lunes, 11 de febrero de 2013

Sin ser*


Éramos tanto y a la vez tan poco.
Esa hipermetropía que atrapa y no te deja ver.
Esos polos magnéticos girados en un sin fin de nadas.
Un hablar entrecortado y sonrisas enmarcadas en una hoja de papel.
Un Bienvenido seas, aun desconocido.
Un adiós por conocer, sin ser, realmente.

Un amor frustrado, platónico, agónico, que desemboca
en una serie de pausas y silencios.
Todo desemboca en ese ayer.
En ti, en nosotros, que nunca fue.

No fue por ti, por ti no fue.
Por ti fue Fin.