Pregúntate si conociste, en alguna vida, alguien que tuviera las mismas manías extrañas, como tú. Si a alguien le hacían reir las mismas bromas estúpidas o había convivido en una vida paralela a la tuya. Pregúntate si alguien odia los mismos tejidos que tú y si alguien adora los dulces que tú odias.
Alomejor ha sido o se ha convertido en una parte de ti.
Pregúntate si has sido tu mismo con alguien porque le interesan las mismas aficiones o si tiene un grado parecido de locura o in-cordura al tuyo. O mejor, pregúntate si existe alguien que cuando tu piensas que no puedes querer más (cantidad) a alguien, también lo está pensando de ti.
Si vuestros pensamientos se complementan y las palabras son frases inacabadas que solo tienen sentido si ese tal las termina. Pregúntate si el silencio habla callando en besos complementados. Si en el juego de la vida él apostaría un all-iny tu estabas pensando en hacerlo.
(Sobran las palabras...)
