miércoles, 7 de julio de 2010

Adios, adios, adios...

A veces las cirscunstancias nos hacen renunciar aquello que mas queremos. Lo más duro esque aunque has asumido que puede volver de un momento a otro no quieres volver a ver a ese algo que te lleno por un instante y te arrancó la ilusión y a la vez mueres por agarrarlo, detenerlo y nunca, nunca más dejarlo ir... Pero así de ambigua es la vida amigos míos. Así como el amor... Adios amor, adios tristeza, adiós pensar, adios sentir. Buenos días alegría, ¿por cuánto te vendes?

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