domingo, 31 de enero de 2010

32. Sí

Suelo seguirte cuando sales de tu casa y me meto en tu coche sin que te des cuenta, me siento al lado tuyo y te miro. Sí, Te miro. entonces tu piensas que te estoy limitando en el entendimiento de tu camino y aun no sabes muy bien porque pero te hago perder el norte. Controlo tus movimientos hasta el punto absoluto sin entrometerme en ellos. Me gustaría que supieras que los lugares altos me hacen helarme hasta los huesos y las alturas son vertiginosas. Me encanta el color de tus ojos y la manera en que te ríes y hasta cuando te haces el chico duro y sin querer me dañas. Me encanta mirarte y ponerte nervioso e incluso diré que me encanta cuando me haces coger frío con tus manos heladas de aire y frío. Poco a poco te voy entendiendo poco a poco te abrazo y se va el miedo. Sin querer me bajo de tu coche y es triste y raro pero ya te echo de menos. y con la puerta entreabierta pregunto "desaparecerás?" y me encanta tu tanteo porque al bromear te sale esa risilla graciosa que tanto me encanta. Entonces me dices "no creo..." y yo sonrío y me vuelvo. Quizás mañana si vuelves podemos irnos y volar hacía ningún lado y así olvidarnos del tiempo y del entendimiento, del frío, del calor, de los malos habitos y del mal tiempo. Si vuelves... si volvieras... ¡volverás!

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