miércoles, 10 de febrero de 2010

33. Renacimiento de mí

La muerte llega cuando el recuerdo acaba.
Hoy vivo y sé que tú estás existiendo.
Yo le doy sentido a tus versos
y tus besos sin mi no son besos.
Es la razón, cuando muera
mi vida, se habrá acabado,
la vida en sí habrá acabado
y el mundo dejará de ser mundo,
la luna de ser luna y los rincones
de ser acapara dores de polvos de baldosas.
El tiempo y el espacio se fundirán
para ser uno y ni tu ni yo
existimos, ya, porque dejamos de ser.

Dejamos de vivir.
Dejamos de amarnos
de besarnos de querernos
y así es morir de hambre
y sed.

Vuelve bello sol y alumbrarnos el camino
que nunca es pronto para empezar de nuevo.
vuelve luna cálida y contén toda,
la pasión, en ti misma,
desatalá y conviertela en placer
y cuando se consuma arrancala de golpe,
untala de dolor,
arañalá de frío,
ensombrecela de pena, de rabia,de azul,
de hielo de espurna, y luego préndela.

Manzana envenenada del arbol perenne
devuelve su fruto prohibido al día
y si le privas del dolor
embriaga esta soledad
de un grotesco tono mate
cual solo viste locos.

Si fuere mañana en vez de hoy
y hoy mañana podemos inventar
de nuevo el ayer y el cielo
con sus astros y desdibujarlos
y volverlos,
para desarmarlos y armarlos
de nuevo
y amarlos,
ponerles nombres a las contelaciones
inventar un nuevo lenguaje y
aprender de la vida,
de nuestra nueva vida,
de el nuevo sol,
lo creo para ti,
lo visto
lo arropo
para que te acompañe en tus sueños,
dulce amor de vida,
dulce amor del tiempo,
ayer vuelves y hoy ya te estaba inventando.

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