viernes, 10 de mayo de 2013

Pero hay días que moriría por hacerlo una vez más.
Sentir su cuerpo.
Rozar sus labios.
Poder tocarle una vez más.

Sentir su aliento, o un "te quiero"
desafinado
que perdió su color
pero su esencia no.

No, su esencia no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario