sábado, 25 de mayo de 2013

Hace tiempo que no escribo por escribir. Por el mísero placer de escribir. Que no escribo hablando de mis sueños pero el verso sin sueños no es verso. Sin alegrías que te llenan el alma o penas que te la arrancan de cuajo. El amor sin prosa no es amor y el desamor, demasiado lento y aburrido. La primavera pierde el color y los libros su esencia. Y es que una simple frase, puede mover el mundo o acabar con él.

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