sábado, 19 de junio de 2010

Sin pensarlo demasiado, escribo...

Oigo sus pasos alejarse. Tan decididos y dudosos a su vez. Meto decididamente la llave y a su vez la saco. Sigo oyendo sus pasos. Dudo (¿voy tras de el, le tapo los ojos por detrás y le beso? No, mejor no). Vuelvo a meter la llave. Entro. Salgo. Dudo (¿voy corriendo…? Quizás le alcanzo… No, mejor no). Abro el bolso. Saco el cigarrillo. Medito.

(Lo enciendo) Así, empieza todo. La primera calada, un beso, una caricia… Parece que jamás va a acabar pero pasan los segundos y se va consumiendo. Veo el final. Calo fuerte. Medito. Le busco el sentido. No lo encuentro. Mientras lo busco se consume. Así como te consumes tú, vida mía, que me robas la ansiedad pero me implantas alegria falsa semejante a un sueño vienes y te vas. Penetras tu aire fuerte en mi interior para salir por mi boca y esfumarte. Así vuelves para sentirte dentro de mi fuerte y ser algo y te marchas. Te dilullo. Te convierto en un simple gas. Te incendio para luego dejarte marchar. Te quemo para oir como te vas, para sentir la ambigüedad de sentimientos y morir porque te quedes aquí, conmigo...

Pienso y medito. Todo lo que entra, sale. Todo viene para marcharse. Todo vive para morir. Todo ama para olvidar. Todo olvida para no sufrir. Y yo te quiero para que te vayas aunque ame tus besos, tu aroma y tus pasos decididos al marchar. Las noches de pasion y la ambigüedad de mis respuestas. Tu pulso acelerado cuando te acercas y tu pasion. Tu sonrisa tonta y tus locuras. Aunque me encante encantarte, y tu tambien me encantes has venido para marcharte una vez más y no voy a hacer nada para impedirlo.

De la misma misma manera se consume mi cigarrillo. ¡Que se apague solo el amor, que yo no tengo valor para hacerlo! TÚ SI QUE ME ENCANTAS, JODER.


PD: Sí, siento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario