miércoles, 7 de abril de 2010

Lo sé...

Olvidé que todo pasado vuelve si recuerdas que te hizo olvidarlo. Es extraño, llevaba años creyendo en el potecial de un recuerdo y me encontré rebuscando olvido en botellas de papel. Creía que podría olvidarla, los días pasaban y seguía en mi recuerdo como una maldita marca de nacimiento, esas que te salen en la cara, en el cuello o en cualquier parte llamativa del cuerpo… Aún peor, a mi me tatuó el corazon. Creía poder con ella. Creí olvidarla y intenté rehacer mi vida. Desharmado de sentimientos y potenciando mi orgullo la olvidé… O eso creía. Hoy la he visto. Tiene ese algo, ese algo, su mirada… eso es. Su mirada y su sonrisa pícara y su mirada… La odio, la odio por hacerme daño. La odio por su manera egoista de apartarse de mi. Por no hacerse daño me dejó, por no hacerse daño al ver el daño que me autoprovocaba. Por eso la odio. Y la odio, la odio y en el fondo fondo muy muy muy fondo aun la quiero y siempre volveré a volver a re-cuerdar su recuerdo.

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